lunes, 4 de octubre de 2010

Domingos de "monitos"


Difícilmente alguien podría hacer una caricatura de la hermosa Araceli, si uno pusiera en contexto toda su belleza, intentara hacer una caricatura, quedaría algo así:

En verdad resultaría una verdadera misión imposible el poder hacer una representación gráfica de Araceli, tal pareciera que ella misma es la representación gráfica de todo lo bello que hay en este universo. Tal parece que Dios tomó todas esas cosas bellas que planeo para el deleite de la vista humana, de todos los sentidos, y los plasmo en cada parte de ella. Plasmo el brillo del sol en sus ojos, lo profundo de una noche obscura en sus cabellos, la claridad de las nubes en su piel, la escencia de las flores, de los bosques en su aroma, el sonido del mar, del viento en su voz, plasmo el vuelo de las aves en su forma de caminar, lo inmenso del universo desconocido en su mente, la simetría que en toda la naturaleza existe la plasmo en su silueta, el efluvio de los ríos en su sangre, lo salado del mar en sus lágrimas, las raíces de los árboles más fuertes, los más bellos, los plasmo en sus pies, y sobre todo,  puso todos, absolutamente todos los colores del universo en su alma, en su espíritu y su corazón.

Es ella pues, la paleta favorita de Dios, con ella creo el arocíris...

Esta canción, la escribieron los famosísimos Rolling Strones pensando en ella, la describen perfectamente con esta canción, la canción de Araceli:

Los Domingos en la edición dominical del periódico, solían venir los clásicos "monitos" en México así se les decía a las tiras cómicas. Los Domingos, la edición dominical era un pesado "paquete" ideal para agarrarse a periodicazos a alguien, de tan gruesa que venía la edición.

Y por supuesto, era el primero en salir a recoger el periódico e inmediatamente buscar la sección de los monitos y leerla una y otra vez. Si había alguna caricatura que fuera de mi agrado, la dibujaba una y otra vez, la representaba muy a mi modo. Así también fue que aprendí un poco de dibujo, con los monitos del domingo y la famosa revista MAD.

Por años fue mi ritual dominguero, disfrutar de esas mañanas leyendo los monitos una y otra vez, memorizándolos, dibujándolos. Después, era ir a misa, a desayunar, tal vez, los clásicos paseos familiares, pero en mi mente, aún podía visualizar las viñetas de las tiras cómicas de ese día.

Sin embargo, como la vida misma, los domingos siempre van cambiando, o es lo que uno cree. Si era tiempo de escuela, era el día ideal para ponerme a hacer la tarea, al rededor de las 10pm, simpre buscando las emociones fuertes, ir contra reloj, siempre con la angustia de no terminar a tiempo. Todo mundo se disponía a dormir tranquilamente en casa y yo, apenas a empezar la tarea del fin de semana.

Por supuesto, era una sensación un poco fea, me sentía muy solitario el ser el único despierto en mi casa a las 11pm después de un fin de semana. Ser el único despierto trabajando.

Pero como dicen, mientras más cambian las cosas, más permanecen igual, ahora el ritual de los domingos, después de pasar un fin de semana extrañando a la hermosa Araceli, es sentarme en "soledad" domingo a las 11pm, aunque ya en este momento, pasan de la 1am, ya es lunes, pero la situación es casi igual.

Todo el mundo duerme, no se escucha ni un solo ruido, hasta los perros duermen ya placidamente y yo estoy aquí, en completa soledad, escribiendo unas líneas domingueras.  Todo está en completo silencio, solo se escucha suavemente la música del reproductor, hasta los domingos la música metalera suena un poco triste, no sé, los domingos siempre me han parecido un poco tristes a estas horas de la noche, esperando la llegada del lunes.

Pero las cosas, no han cambiado del todo, por supuesto, los monitos dejaron de aparecer en el periódico, quizá por cuestiones de derechos o que se yo, pero los monitos ya no aparecen en la edición dominical de los domingos, sin embargo, he pasado un día recordando "las viñetas" de su rostro, el rostro de Araceli, lo he tenido presente todo el domingo, así como sus palabras, sus conversaciones, todo eso que he aprendido y disfrutado conociéndola a lo largo de hace ya algunos ayeres.

Y esta noche de madrugada, me doy cuenta que las cosas no han cambiado tanto, igual siento esa tristeza de ser el único ser en el planeta aún despierto, sin embargo, esta noche, su recuerdo me acompaña.

Y el lunes ya está aquí, y aún no termino de escribir este blog, igual que todos los domingos, esforzandome, deseando que esta entrada dominguera le lleve una sonrisa a su rostro el lunes. En los años de escolapio, era el esfuerzo por hacer sonreír a la maestra y me premiara con un 10, ahora las cosas son ligeramente diferentes, no espero un 10, solo espero su sonrisa y un "hola" de su parte este lunes...

Las cosas no han cambiado del todo, sigo odiando los domingos a esta hora, pero sigo queriéndola mucho, como todos los domingos, lunes, martes, miercoles, jueves, viernes y sabados.

Las estrellas siguen siendo las mismas que en aquellos domingos de "monitos" pero su belleza es mucho mayor, mucho más clara, hoy domingo sin "monitos" su recuerdo se incrustó más y más profundo en mi corazón, en mis pensamientos, y como todos los domingos, la extrañé, sin duda, los domingos nunca cambian. Y como todos los domingos, aún tengo cosas que escribir sobre ella, sobre su belleza, pero como en aquellos domingos, mejor me voy a subir a dormir, por que extrañamente, a esta hora los domingos, tanta soledad me provoca un poco de miedo, mañana "llegando a la escuela" termino lo que queda pendiente...

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