Al más puro estilo de William Shakespeare, yo también tuve "mi noche de epifanía"."...Tirano amor, cuan vivo y fresco eres!. Pues aunque todo cabe en tu ancho seno, como en el mar en el nunca entra nada, por esforzado y válido que sea, que en precio y valor no pierda al punto. Tan lleno está el amor de fantasía, que él, solo de fantástico se precia."
...o tal vez, alguien puso algo en mi Boing!, me explico: la otra tarde, una tarde como cualquier otra, me disponía a platicar, a acompañar a Araceli mientras trabajaba, es difícil explicar como se da esa compañía y lo especial y gratificante que resulta para mí, acompañarla, ser testigo de su esfuerzo dedicación y empeño que pone en todo lo que hace. Aunque por supuesto, estaba conciente de que sería por ese día una muda compañía; a veces uno debe aprender a apreciar y respetar el silencio de la otra persona. Así que sin más por hacer, resignado a no poder platicar con ella debido a que estaba un poco presionada con su trabajo, decidí tan solo concentrarme en su recuerdo, como muchas otras veces, tan solo reclinarme en el sillón, contemplar al techo, poner una buena canción, generalmente metalera y beber una deliciosa bebida de uva llamada Boing!.
Y así estaba en un día normal, al rededor de las 13hrs, acompañándola, imaginándola cuando me llegó una epifanía.
De repente me dí cuenta, que es verdad, los ángeles caminan entre nosotros, muchas veces sin siquiera darnos cuenta. Me llegó la revelación de que en verdad, Araceli es un ángel de hermosas alas, de un espíritu tan amplio, que aún a la distancia puedo percibir y darme cuenta, sentir su existencia.
En esos momentos al pensar en sus ojos, tan expresivos, en su rostro, en su mente y corazón juro que pude ver las alas, las alas de su espíritu, siempre ansisoso por trascender, por mejorar. Pude ver, sentir, percibir toda esa escencia de gran mujer que ella es.
Es ella un ángel, lleno de vida y entusiasmo, de cara lavada y ojos limpios como un cristal.
Es ese ángel, presente en el aire que respiro, en la brisa que me acaricia, es la noche, el día, el amanecer que me saluda, y me llena del gran deseo, de algún día poder volar juntos, ya sea en esta tierra o tal vez en el cielo.
Puedo jurar que me perdí por casi una hora, ella trabajando incansablemente y yo del otro lado, "acompañándola" soñándola, perdido en el cielo de sus ojos, de sus ojos de su ternura.
Tal vez fue el boing! de uva, tal vez fue que en ese momento, en el reproductor sonaba una gran canción, de esas canciones especiales para soñar, para flotar, una de esas canciones típicas de otra era, ideales para viajar, para soñar con una gran chica. Por supuesto, de un gran grupo ochentero, el famoso Judas Priest. Casualmente, el otro día estaba viendo un peliculón llamado "el hijo del diablo" con Adam Sandler para variar y esta escena me dio mucha risa: http://www.youtube.com/watch?v=JUHgKCOKhJo&feature=player_detailpage#t=389s jeje, le dijo "judas" por traicionero y el otro pensó que le hablaba de judas priest.
Uuuuuy que megarolononon, a poco no, al estarla escuchando puede uno sentirse que se va, a través de las purpureas nubes. se eleva uno, se deja la tierra atrás, creo que exactamente así es lo que se siente cuando se es tocado por la belleza de un ángel como Araceli.
Aunque bueno, la letra está un poco extraña, y yo que pensaba que a veces escribía cosas raras, pero bueno, también está esta otra versión un poco más moderna pero igual me hace volar, así que esta versión por supuesto, está dedicada a ese hermoso ángel que camina entre nosotros.
por supuesto, no puede faltar una imagen super tierna en el video subtitulado especialmente para esa linda chica.
Pero bueno, hoy si que estuvo medio extraña esta entrada, tal vez aún estoy flotando, no lo sé, pero desde mañana dejo el Boing! de uva, tal vez pruebe con el de tamarindo...
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