Y aún así, aunque ella es más de un estilo más tranquilo en cuestiones de música, hay una canción de mis favioritas del buen metal, que me hace pensar en ella, por el título, que viéndolo desde esa perspectiva, pensando en una niña furibunda (wrathchild) es una canción simpática y agradable.
Y es que me vengo enterando que esta canción, que viene en uno de los discos que más he disfrutado escuchando, acaba de cumplir 30 años...
Y no, no es que yo sea muy viejo, no hay que olvidar que yo era un pequeño mozalbete de pocos años de edad cuando compré este disco, hay que recordar que yo pasé de las canciones de Cri Cri a las canciones metaleras.
Pero aún recuerdo, como si fuera ayer, desde el momento en que abrí cuidadosamente el celofán donde venía envuelto el disco, lo tomé cuidadosamente por las orillas y lo puse en el tornamesa... Un disco increíble, sin lugar a dudas.
Caray, hoy me sentí viejo, jeje, la hermosa Araceli, seguramente todavía andaba en el limbo, era un querubín, de esos bebés que es la pura cara con alitas... Sus padres seguramente apenas estarían conociéndose y yo ya estaba gateando por la sala de la casa escuchando a Iron Maiden...
Y esa primera canción del disco, me gustó mucho, desde el primer momento, quien me iba a decir que 30 años después estaría dedicandole esa canción a esa chica, un poquito enojona y berrinchuda, pero inmensamente hermosa. Y justo ahora, 30 años después, escucho esa canción mirando el techo, contemplando el hermoso rostro de Araceli, tal vez está un poco enojada conmigo, pero aún así, es tan hermosa. Y claro, la canción sigue sonando igual de poderosa y actual, y sin embargo el significado es distito.
Esta canción ya no me habla de alguien colérico, no me habla de furia ni de enojo, me habla de la mujer hermosa, la mujer de bellos sentimientos, la mujer de grandes y expresivos ojos. Ella es la mujer más hermosa que mi corazón, mis ojos percibieron. Me habla de la mujer que todos los días, a toda hora pasa luciendo su real majestad en cada rincón de mi corazón. Ni mil estrellas en el firmamento birllan tanto como mis ojos cada vez que admiro su rostro.
Esa canción antes me hacía simplemente disfrutar de su ritmo, ahora, es una canción que me hace pensar y sentir algo que nunca había sentido, algo que no tiene comparación.
Cuando no puedo hablar con Araceli la pienso, la sueño, la extraño, la imagino. Cuando me conecto para hablar con ella, para saludarla, el solo echo e encender la computadora hace que se me acelere el pulso, el corazón late con intensidad y un nudo se hace en mi estómago, mi garganta, mi cerebro, en mis dedos. Y cuando la leo, cuando veo su rostro en el techo, cuando escribe un "hola" desde el otro lado, llegan las mariposas a la boca de mi estómago, el mundo desaparece, el reloj se detiene, y si avanza, realmente no me importa. Llena mi vida de una dulce paz pero a la vez le pone color, intensidad, pasión. Hoy, al escuchar esta canción con más de 30 años, me hace simplemente pensar que es alguien que siempre he anhelado, es pues la mujer más bonita del mundo.
Y como es una mujer todavía mucho más hermosa cuando sonríe y quiero verla sonreír, aprovecho para dedicarle esta otra canción, para balancear un poco este blog, es una canción tal vez un poco "cursi" pero bueno, simplemente para que sonría siempre, que se de cuenta que ella es la mujer más bonita y eso siempre es motivo para sonreír.
Bueno, como hoy estoy en el mood metalero, otra canción de las buenas para este cancionero bimbo, de cuando era niño, una auténtica obra maestra del speed metal, sí, lo sé, de grande quiero ser muchas cosas, peo yo de grande quiero tocar así la guitarra...
Ah que Araceli, si no fuera tan hermosa, tan dulce y tierna, tal vez sería rockera, una hermosa metalera, pero bueno, así es preciosa.
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