martes, 22 de febrero de 2011

Life is a highway (la historia de las acelgas)

No es que sea un gran escritor, sé que cometo muchos errores de redacción, de composición literaria, muchas veces ni siquiera encuentro las palabras para poder expresarme de un modo correcto, y tal vez, resulte que este blog es muy repetitivo, siempre habla de mi tema favorito, y una de las reglas para ser un buen escritor es precisamente esa, evitar ser reiterativo con los temas, a más de 180 entradas en este blog, podría decirse que solo hablo de una sola cosa, de lo más bello que hay en este mundo.

Precisamente, el otro día platicando con mi amigo Stephen King, me comentaba que realmente un buen escritor antes que otra cosa, necesita tener una historia que contar, se podrán tener miles de conocimientos del lenguaje, de la gramática, del ritmo, del hilo concuctor de una historia, pero no se trata de ir en busca de las historias, a un escritor son las historias las que lo encuentran a uno, más allá de que las ideas caigan del cielo, es uno el que cae encima de las ideas.

A veces, de las cosas más "simples" puede uno despertar su cerebro a ún mundo nuevo, lleno de más ideas. Supongo que así pasa con el amor, de repente va uno y se topa uno de lleno con el amor y de ahí, se convierte uno en poeta, pintor, músico, pero principalmente, se convierte uno en soñador. Desde ese momento uno simplemente sueña todos los días con encontrarse la sonrisa del ser amado, encontrarse con su belleza, sueña uno con escuchar una palabra amable de su parte, no sé, tantas cosas tan simples y sencillas.

A veces una simple palabra, un simple comentario, lo lleva uno a soñar, a desarrollar sueños, imágenes, recuerdos, ilusiones, no sé bien como explicarlo, a veces, hasta de una simple palabra como es "acelga", en mi caso, me pone a pensar, a soñar con la hermosa Araceli.

Es muy curioso, todo lo que aprendo, todo lo que me gusta escuchar y conocer de ella, hasta un simple platillo de "tamales" de hojas de acelga me hace recordarla. Así es, a veces hasta en ese tipo de cosas simples, ordinarias, hasta en eso hay una belleza enorme de su parte.

Y todo el día he estado pensando en esa idea sobre la cual caí en este día, pensando en las acelgas. He de reconocer que lo único que conocía sobre las acelgas era esa frase que decía: "niño cómete tus acelgas, si no viene el coco y te comerá..."


Aunque en mi caso era: "no te levantas hasta que no te acabes las acelgas" y bien podría pasarme la vida entera ahí sentado, sin comer una sola acelga, bien podría enfrentarme al mismisimo coco y no probar las acelgas. Y sin embargo, increíblemente, hoy que estuve pensando en las acelgas y Araceli, pensar que tal vez las acelgas son la fuente de su belleza, algo así como Popeye y sus espinacas, pero pensando en eso, podría jurar que tengo ganas de comer acelgas, ya sea guisadas con pollo, o en los famosos tamales con hoja de acelga... cuantas cosas descubro todos los días de esa hermosa chica.

Y así, todos los días aún sin intentarlo, sin pensarlo, me encuentro con su recuerdo, con su belleza en las cosas más simples, sin siquiera esperarlo, su recuerdo, su belleza me asalta y se lleva de rehén mi corazón.

El otro día tranquilamente me senté a ver televisión, simplemente buscando algo interesante que ver, y me encontré con una competencia de camiones monstruo, realmente he desarrollado un gusto por los famosos monster truck, ya una vez comenté en este blog acerca de lo emocionante que resulta escuchar el ruido de un motor, y el ruido de un motor de mas de 1000h.p. es algo muy especial.

Y pues, simplemente mirándo la competencia, zaz! de zopetón llegó a mis pensamientos la imagen de la hermosa Araceli, tan dulce y hermosa que contrastaban tan bien con  todo ese ruido y emoción de una competencia de camiones monstruo.

Y no es que sea un obseso respecto a Araceli, simplemente fue el hecho de que apareciera un camión, una camioneta de TAZ, el demonio de Tazmania, y siempre he sabido, que la hermosa Araceli, siempre ha sido fanática del famoso personaje de Taz, y por supuesto, el ver ese camión destrozando todo lo que había a su paso, me acordé de ella, recordé su gusto por el Taz, e inevitablemente de ahí, se desencadenó toda una serie de ideas, recuerdos y emociones respecto a ella. Sin duda, lo primero que se me viene a la mente, es la personalidad de Araceli, fuerte, un poco furibunda, avasalladora como esos camiones monstruo, pero a la vez, llena de una dulzura y simpatía únicas.



A veces, después de ver una emocionante carrera automovilística, me dan ganas de tomar el auto y salir a correr a toda velocidade, a veces es salir como todo un campeón de la serie NASCAR, en donde también, en cada vuelta, puedo ver su nombre escrito en uno de mis autos favoritos, por que como dice la canción, la vida, los sueños son una carretera:


para activar los subtitulos en español hay que dar click en cc e ir al traductor de subtitulos y escoger español.

Y así, después de una emotiva carrera, tomo el automovil y salgo a dar una vuelta, en la carrera más importante, la carrera de mis sueños, esa carrera que tal parece es imposible de ganar, y sin embargo, disfruto mucho salir y conducir. Obviamente no tengo un auto tan veloz como ese Chevrolet Impala que alcanza más de 280km/h, y sin embargo, me subo en mi coche de los sueños y pueden creerme, en ese vehículo puedo alcanzar velocidades supersónicas. Dando la vuelta, por los sueños, a más de 300km/h, digo que voy en el auto, y que ella me acompaña, pero ella no está. Digo que contengo la respiración y escucho sus amenas pláticas, pero no está.

A veces digo que me lleva "el tren" y el amor, y no, claro que no está.

El semáforo ya está en verde desde hace varias horas, o días, incluso pueden ser años y no, no está, ni hola dice, será por que no ha estado nunca, y es cuando quisiera mentir con tal de que el asiento derecho del auto no estuviera como si estuvieras, y que este patrullero que me pide la licencia que no traigo y que me levanta la infracción no existiera.

Todo eso dije, o dijimos, pero no es cierto y definitivamente no está, ni yo tampoco...



En fin, la vida es así, una carretera y mejor dejo esta versión de la canción, la versión original, más viejita pero mucho más moderna, que extraño...



Ahh que buena canción, así voy a a tomar mi coche, un buen día, y tomaré la carretera 56 a SLP, ahí, donde asesinan a funcionarios de EEUU. Pero nada de eso importará, por que yo iré a través de la carretera de los sueños, ahí donde su belleza brilla con intensidad.

En fin, ya para terminar, quisiera decir, que no es que solo pueda escribir sobre Araceli y su belleza, pero como lo dije al pricipio, todos los días, en las cosas más sencillas me encuentro con las historias y con su belleza, incluso, esta mañana, mientras esperaba mi rebanada de pan tostado para el desayuno, el tostador me habló de ella...

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