sábado, 18 de septiembre de 2010

Mirando su fotografía... (ARAFILIA)

...En mi sangre silenciosa circula su nombre... Al cortarme mientras me afeitaba pude comprobarlo, en lugar de salir sangre, salieron las letras de su nombre: A.R.A.C.E.L.I. Y traté de contenerlas, para que no salieran de mí, pero están llenas mis venas, mis sentimientos, mis pensamientos, mis neuronas, mis células, todas ellas están llenas de su nombre, de su imagen, de su belleza... Si me hicieran un exámen médico, sin duda, el doctor daría su innequivoco diagnostico, tengo un mal, que más bien es un bien incurable. Tengo ARAFILIA... Y es algo que ni el tiempo, ni la medicina, ni nada pueda aliviar. Pero quien dice que para sentirme bien me tengo que aliviar de esta Arafilia que tengo desde hace algunos años. Una Arafilia que va creciendo con su alegría, con el conocimiento de su ser, de sus gustos, de su ideas, de su mente, de sus conocimientos, de su nobleza. Una Arafilia que crece con el simple hecho de admirar su fotografía.

Basta con mirar su fotografía, perfectamente impresa en ese lugar donde convergen las emociones, los sentimientos, ese lugar donde científicamente convergen las venas y las arterias, ese lugar por donde su nombre circula las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Con mirar su fotografía puede uno escribir muchas frases, puede uno incluso convertirse en un poeta, puede uno encontrar las mejores palabras. Puede uno percibir el efluvio de su belleza.

Al mirar su fotografía puedo decir que no hay otra flor tan brillante que asemeje siquiera su lindo rostro. Pero realmente, es la primera vez que mis ojos ven la belleza de una flor.

Miro su fotografía y veo las estrellas que circundan mi cuarto, escucho su belleza golpeando mi puerta, pidiendome que busque su oído, que encuentre un lindo verso que se parezca a su belleza.

Miro su fotografía y puedo decir que el amor existe, y que ese amor se debe a lo sublime que está en su corazón.

Miro su fotografía y mis manos se llenan del deseo de acariciar una flor que se parezca a ella, siento la urgencia, el deseo de cuidarla más que a mi corazón.

Mirando esa fotografía suya puedo darme cuenta que la perfección existe, la simetría que hay en su rostro, la perfecta armonía de todos esos elementos que lo componen. Todos ellos en perfecta sintonía con el sonido de su voz.

Mirando esa fotografía suya me quedaré dormido esta noche, soñando con conocer la alegría, la dulzura que su expresión refleja, en mi sueño estará ella alumbrando la obscuridad de la noche con las estrellas de sus ojos...

Así son los síntomas de la ARAFILIA, el apócope de MARTHAARACELIDIAZSANCHEZFILIA...

Y claro, también miro su fotografía y me doy cuenta que no puedo cambiar, no quiero cambiar. Me dan ganas de salir a la calle y caminar, sin rumbo fijo, sin mirar a mi al rededor, atropellando a quien sea, tan solo pensando en ella. Tal como en este video: salir a caminar sin importar nada más, sin llevar más pensamiento, más imagen que su rostro en esa fotografía... LA MUJER MAS HERMOSA DEL MUNDO... Acaso, no basta más que su mirada, aunque sea en una fotografía, no basta más que eso para sentirse invencible?

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