martes, 21 de septiembre de 2010

Cuentos de amor, locura y muerte

–Y cuando no tenga más delirio... ¿me querrás todavía?

Uno de mis escritores favoritos es  Horacio Quiroga, es un famoso cuentista, aunque el género de cuentos es el menos valorado en la literatura, es sin duda para mi un gran escritor.

Por supuesto, casi todos sus cuentos son trágicos, con finales terribles, y sin embargo, el cuento que más me gusta es uno que se llama "la meningitis y su sombra", sobre una pareja que se enamora bajo los delirios de una severa meningitis.

Pareciera que a veces, el amor es así, un terrible delirio, una terrible enfermedad en que la mente se refugia para poder decir "te amo".

Pese a que Horacio Quiroga es un cuentista un tanto necrófilo, sus temas principales siempre son de muerte y desilusión, pero este cuento es una muy bonita historia romántica con un final que toda historia de amor debe tener.

El otro día me preguntaron una opinión, y a la fecha, sigo pensando en la respuesta que dí, quizá no fue la opinión más centrada que pude dar, pero no sé... Se me preguntó que podría regalarle a un bebé...

No sé, desafortunadamente por cuestiones de la vida, del azar, o del tipo de personas con las que me he relacionado hasta ahora, no he hecho muchos regalos, pero una vez leí, que el mejor regalo que puede uno dar es un libro.

Un libro que en primer lugar haya leído uno, un libro que lo haya hecho a uno soñar, un libro que lo haya hecho pensar en esa persona especial, ese libro que al estar uno leyendolo sea uno el protagonista junto con esa persona especial. Y si es posible, regalar el mismo libro que uno ha leído, con sus anotaciones al calce, sus párrafos subrayados que a uno le parecieron interesantes, sin duda, es el mejor regalo que uno puede dar.

Yo desgraciadamente, no he podido hacerle un regalo a esa hermosa chica, la hermosa Araceli, más que regalarle un libro, quisiera yo mismo escribir ese libro para ella, una chica que como es sabido, siempre, siempre me ha llenado de inspiración desde el primer día en que la conocí, esa misma noche después de haberla conocido, recuerdo perfectamente que empecé a escribir su nombre, uno que otro soneto, poema, y me puse a escribir muchos pensamientos para ella, desde el día uno.

Pero no, no tengo las habilidades literarias de un dramaturgo, de un novelista, de un cuentista, pero su belleza, su rostro mismo, tienen la belleza de un cuento de hadas, de una fábula mágica.

Algo de lo que más me gusta de Horacio Quiroga, es precisamente su forma narrativa, la forma tan especial en que narra los detalles, los sentimientos que los personajes experimentan a lo largo de sus cuentos. Sin duda es su principal característica.

No sé, siempre que leo algo que me gusta, lo leo una y otra vez, a veces me tardo mucho tiempo leyendo y releyendo una misma página.

Igual me ocurre con la hermosa Araceli, he leído tantas veces lo que escribe, lo que tiene que comentar, hasta un simple saludo suyo, lo leo y lo vuelvo a leer, hasta convencerme que ese saludo fue dedicado a mí.

Todavía puedo recordar con que emoción, con que detalle, con que viveza me ha contado sobre las cascadas de Tamasopo S.L.P. o mejor aún, del fabuloso paisaje espectacular de Xilitla, casi puedo ver su hermoso rostro, bañándose de la brisa de tan espectaculares cascadas. Todo eso, su forma de narrar, su forma de entusiasmarse mientras me contaba todo eso, me hacía soñar, indudablemente, poco a poco, en cada detalle iba llenando mi corazón, mi mente de ella, de su ser, de su alma, y hoy me tiene al borde de la imaginación, del amor, la locura y muerte...

Entre tantas cualidades que tiene esa linda chica es precisamente esa, que es capaz, como todo buen escritor, como todo buen cuentista, es capaz de transportarte a su mundo, con tan solo una narración sencilla pero inolvidable de lo que ella es.

Antes de Horacio Quiroga, antes de Borges, antes de García Márquez, todos ellos muy buenos narradores de cuentos, ella, Araceli y sus historias, han marcado y han llenado mi mente de bonitos y espectaculares recuerdos, han llenado mi mente de un espectacular e inagotable cariño, admiración y amor por todo lo que es, por todo lo que hace.

Por supuesto, no puedo regalarle un libro con todas las cosas que ella alguna vez me escribió, que más quisiera que poder regalarle toda mi colección de libros de Stephen King, que es mi autor favorito, ese libro que tanto me gusta, "salem's lot" mi colección de Mario Vargas Llosa, no se lo puedo regalar, sin embargo, siempre le he regalado este blog, con todas mis anotaciones y mis párrafos subrayados, quizá el párrafo más espectacular, el que más me ha gustado es ese donde dice: "Martha Araceli Díaz Sánchez, la mujer más hermosa del mundo"...

Pero bueno, hoy quiero regalarle este pequeño cuento de Horacio Quiróga, por si algún día que nunca es así, pero por si alguna vez tiene el tiempo para darle una lectura:

Es lo que yo quiero regalarle en este día, especial como todos, no es su cumpleaños, no es navidad, no hay nada específico que celebrar, tan solo para celebrar que ella es una fuente de inspiración en todo momento, en cualquier día, sin importar fecha u hora, siempre es algo que celebrar, toda su gran belleza, todo eso que para mí ha llegado a significar. Por eso, hoy quiero celebrar y regalarle ese cuento, con todo mi cariño, esperando que algún día pueda leerlo. http://www.poravellaneda.com.ar/horacio_quiroga/cuentos_amor/LA_MENINGITIS_Y_SU_SOMBRA.txt

Y para el pequeño Kevin, le regalaría los cuentos de la selva, para que su hermosísima tía se los pueda leer antes de irse a dormir, y siempre, así como yo, se vaya a dormir con una gran sonrisa pensando en que tiene a la tía más linda del mundo, se vaya a soñar con los angelitos, con la hermosa Araceli:

http://www.patriagrande.net/uruguay/horacio.quiroga/cuentos/la%20tortuga%20gigante.htm

http://www.patriagrande.net/uruguay/horacio.quiroga/cuentos/el%20loro%20pelado.htm


http://www.patriagrande.net/uruguay/horacio.quiroga/cuentos/la%20abeja%20haragana.htm

Bueno, para terminar, hace mucho que no le dedico una buena salsa a la hermosísima Araceli, es difícil pero espero le guste:



Y para concluir una canción muy al estilo Horacio Quiroga:



Je, je, a veces, cuando ando de dramas, así traigo los ojos, llorosos, ojerosos... pero como una sabia chica dijo por ahí, "La vida se divide en cuatro partes: amar, sufrir, luchar y vencer. El que ama, sufre, el que sufre lucha, y el que lucha vence....





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