17 minutos...

Elegí esta canción para el cancionero bimbo no por su letra, por demás extraña, si no que en mi caso ofrece 17 minutos, 17 minutos de compasión, 17 minutos de paz, 17 minutos para recordar que el amor es la energía tras la cual todo ha sido creado, 17 minutos para recordar todo lo bueno, 17 minutos para olvidarse del dolor, de las heridas, 17 minutos de fé,  17 minutos para pensar en Araceli, concentrarme en ella, en su imagen. 17 minutos totales, llenos de su belleza, 17 minutos es todo lo que se necesita para enamorarse perdidamente, sin duda es una experiencia única.

En los tiempos en los que esta canción se escribió, eran los tiempos de los "viajes con ácidos" esta canción lo hacía a uno viajar, pero yo no necesito de ningún ácido para disfrutar la canción, solo tengo que escuchar esos acordes, los arpegios de la guitarra y pensar en ella, experimentar la grata sensación de lo que es pensar en Araceli.

Pensarte, aquí, en este momento
Es ir directo a tu sonrisa,
Al ardiente carmesí de tu acento,
Al invierno soplando en tu mejilla.

Pensarte es soñar despierto,
Empujar el río de mi vida
Por las riberas blancas de tus pies
Hasta el mar que yace en tus pupilas.

Pensarte es como galopar en el viento
Montado en una nube cristalina,
Adentrarme en el aire cielo adentro
Y encontrarte relumbrante y renacida.
Pensarte es cometer pecado ligero,
Florecer en el jardín de la alegría,
Invocar lo más dulce del recuerdo
Y llevarte en mi cabeza todo el día.

Pensarte es una locura de cuerdo,
Es, a veces, una sabia tontería,
Es vivir cuando me siento muerto,
Aliviarme de las llagas y heridas.

Pensarte, es pues, un acto supremo,
Ver a Dios sin la duda o la herejía,
Es creer en tu alma y en tu cuerpo,
Es quererte sin distancia

Hoy fue uno de esos días buenos, en los que extrañamente desde que amaneció hasta estos momentos, pensé mucho en ella, siempre admirando cada detalle de mujer que hay en ella, cada palabra, cada acción, un frío día de otoño, sin duda, ha sido un buen día para pensar en ella.

Por supuesto, recordando la filosofía de Araceli: "amar no solamente es querer, es sobre todo comprender" y en verdad intento comprenderla, nunca he experimentado algo así, comprendo que ha de ser difícil, complejo que haya alguien que todo el tiempo piensa en uno, incluso, tratando de comprender, me imagino que puede provocar cierto temor, no sé realmente que es eso, que alguien piense tanto en uno, por eso trato de comprender, sin duda ha de ser difícil, incómodo, supongo, que es el precio que todas las chicas deben de pagar, el precio que deben de pagar por su belleza, por su forma de ser que enamora a un hombre y lo tienen todo el tiempo pensando. Ese es el precio que deben de pagar por ser tiernas, hermosas, valientes, es el precio que las mujeres deben de pagar por sus dulces aromas.

Y trato de entenderla, quisiera poder decirle que entiendo si le puede molestar lo que digo, mi comportamiento un tanto infantil, trato de entenderla, de hecho lo hago, pero me resulta imposible no pensar en ella...

Y bueno, agradeciéndole por haberse tomado 17 minutos y escuchar esa canción, lo sé, es una canción demasiado larga, quizá muy densa, difícil de encontrarle gusto a primer oída, sin embargo, es una canción que ofrece los 17 minutos necearios para pensar en la belleza de ARACELI.

Y en agradecimiento a su belleza y al tiempo dedicado a leer este blog (ya van más de 2000 visitas) dejo esta canción, hace mucho que no le dedico una canción así, pero se la dedico con todo mi cariño y amistad, para Araceli, una buena salsa para bailar: