Verano (The More Things Change)

Siempre recuerdo mis años de escolapio, esos años, en los que aún no conocía a la hermsoa Araceli, y tal vez, veía la vida de un modo tan distinto.

Recuerdo que durante el famoso recreo, me reunía con unos amigos y nos sentábamos detrás de una reja que daba a la calle, en aquellos tiempos la escuela era una especie de prisión, bueno, al menos así la veía uno a través de los ojos de la infancia.

Nos sentábamos a contemplar el otro lado de la reja, lo que para nosotros era la libertad. Se podía uno pasar todo el recreo mirando los coches pasar, y mientras los miraba, los miraba con cierta nostalgia tal vez, con cierta envidia, al ver pasar los coches, pensaba y deseaba ser libre como esas personas que pasaban en su coche, me decía, "como me gustaría ir en uno de esos coches, felíz, por la calle, sin la presión de la escuela, ser libre como el viento.

Quizá en tiempos de la escuela, la hora felíz era esa hora del recreo, que ahora que lo recuerdo, justamente era a las 12:00 y esa era la hora en que más deseaba estar del otro lado de la reja, paseando por la tarde.

Bien dicen, que mientras más cambian las cosas más permanecen igual y pues finalmente "soy libre" de las presiones escolares, y bueno, hoy, después de muchos años, tengo mi hora de "recreo" al rededor de las 12, y es la hora más esperada del día. Por supuesto, ahora no me siento tras de una barda, pero me siento tras la computadora a acompañar a la hermosa Araceli mientras trabaja. E igual que en aquellos años, mientras estoy atento a su plática, me pongo a pensar en su belleza, en todo eso que hace, e igual que en aquellos años, pienso que me encantaría estar ahí, junto a ella,  en su escritorio mirándola trabajar.

Y a veces, cuando no puedo acompañarla me pongo a soñar más como en aquellos años escolares, por ejemplo, si estoy haciendo algunos trámites, o tal vez, estoy atorado en la fila del banco, en esos momentos, como si estuviera de nuevo en aquella época, me pongo a pensar, caray! como quisiera en estos momentos, estar sentado en la computadora, acompañándola, disfrutando de su plática, de esas imágenes de su belleza.

Lo más curioso del asunto, es que hoy puedo darme esa libertad, de justo a las 12, tomar el automóvil e ir a dar una vuelta por la ciudad, tal vez enfilar rumbo a mi vieja escuela y pasar frente a esa vieja reja, que por cierto, aún existe, y estar del otro lado, como siempre lo soñé cuando estaba en la escuela. Es curioso como es la vida, ahora, prefiero, sentarme a platicar con Araceli, soñar con todas esas cosas tan interesantes que siempre me cuenta, tal vez, si está muy ocupada, simplemente acompañarla en silencio.

No es extraña la vida? a veces, en esos días complicados que la vida adulta trae con sigo, quisiera estar, pero del otro lado de la reja, sin mayores preocupaciones que entregar algún trabajo escolar, y tal vez, estar lidiando con los típicos monitos latosos, de esos que siempre lo "citaban" a la salida... jeje, que ingenuo es uno cuando se es niño.

En fin, pero de todos esos años escolares, la mejor época, sin duda era precisamente el verano. Esa época para olvidarse por completo del mundo exterior y disfrutar plenamente de la vida, sin preocupaciones de ninguna especie, ahora que lo pienso, jamás me he vuelto a sentir tan tranquilo como en aquella época.

En aquella época era jugar todo el día, a veces dibujar, y muchas de las tardes lluviosas, era sentarme a poner discos toda la tarde. Creo que era lo que más disfrutaba, sentarme a escuchar música, quizá, por que en esos días se estaba formando un metalero de hueso colorado.

Hubo un verano, en que salió un disco, que no era metalero, y sin embargo, fue uno de mis discos favoritos del verano, un disco que escuché una y otra vez, de esos discos que terminaban gastados de tanto escucharlos, de esos años en que solo existían los discos de vinilo.

Fue otro de esos discos que compré simplemente por la portada, me parecía una fotografía muy interesante la de ese disco, ver a un sujeto elegantemente vestido, echandose a correr después de haber hecho una pinta en la pared. Son de esas imágenes que se graban y que de algún modo, van formando la personalidad. Por supuesto, aún no he reunido el valor para ir a pintar esa pared que espera por mí, pero sin duda, el día que lo haga, después de escribir el nombre de esa hermosa chica, me echaré a correr con esa misma cara de angustia.

El hecho es que ese disco me gustó mucho en aquel verano, especialmente una canción, que por cierto, no tenía ni idea de sobre que hablaba, y por supuesto, en aquellos años, en mi mente y corazón, aún no habitaba la bella Araceli.

Pero tal vez he perdido la razón, pero el otro día que inició el verano, me puse a buscar ese viejo disco en mi colección, pero al encontrarlo,  me llevé una extraña sorpresa. La portada en mi disco ha cambiado un poco, y por supuesto, la canción empezó a tener un significado especial para mí, varios años después, por fin, entendí la letra de esa canción que siempre me ha gustado.

Así que aquí dejo el video de la canción, tal vez, Araceli y cualquiera que lo vea se sorprenda al ver la portada de mi disco, pero no hay que olvidar que es una edición especial, hasta ahora que lo volví a sacar después de tantos años me encontré que siempre he pensado eso de la hermosa Araceli, aún antes de conocerla, bueno, aquí está la prueba



En fin, quien me iba a decir, que después de tantos discos de rock, en una noche lluviosa de veranoestaría escuchando una extraña "cumbia" bueno, realmente no sé que género es, pero pues son las cosas que uno aprende de la belleza de Araceli.