sábado, 10 de marzo de 2012

Mix de grandes éxitos de banda para una hermosa chica (compact cassette)


La famosa audio cinta, o cassette, recién está cumpliendo 50 años de su invención, aunque ya es un objeto en peligro de extinción, si no es que ha desaparecido definitivamente, sin embargo, en el soundtrack de mi vida, el cassette ha formado parte importante de él.

Aunque la relación con el cassette tuvo algunos tintes de amor/odio.

Recuerdo aquellos años en los que me regalaron una grabadora con radio, con la cual podía grabar en el cassette cualquier canción que saliera en la radio, esos veranos escuchando la radio, tratando de cazar alguna buena canción, así hasta poder llenar todo un cassette de música que me gustaba. Esa emoción de pasarse todo un día escuchando la radio para poder atrapar esa canción esperada, desgraciadamente las buenas canciones eran las que menos tocaban, así que había que pasarse días enteros tratando de capturar esa canción. Y en cuanto sonaba correr y apretar los clásicos botones "play" y "rec". y entonces decía uno, por fin, la tengo. Y entonces empezaban los dramas, a media canción, el locutor empezaba a hablar, decía el nombre de la canción o lo que era peor, que a los 2 minutos de canción, se botaban los botones de play y record, señal de que la cinta había llegado a su final, nooooooo!!!!! tanta espera para tener apenas media canción. Muchas canciones nunca pude tenerlas completas.

Después mi colección personal de LPs, vinilos, o discos de acetato, fue creciendo, y entonces yo empecé a programar mis propios cassettes con la música que me gustaba, 30 minutos de música continua por cada lado, sonaba como algo muy especial, después los cassettes evolucionaron y llegué a tener cassettes de 1 hora de duración por cada lado. Sin duda eran buenos tiempos, grabar cassettes y escucharlos una y otra vez en el walkman.

Pero también por supuesto, tenían su parte odiosa, la parte más temible, cuando uno tenía un cassette en el estéreo  de la casa, justo cuando más lejos se encontraba uno del aparato, es cuando se empezaban a escuchar ruidos extraños en la cinta, o el cantante de la canción empezaba a hablar como satanás, o bien como ardilla (de alvin y las ardillas), nooooooo!!!!! eso solo podía significar una cosa, era el fin, y había que dejar lo que uno estaba haciendo y correr, correr desesperadamente a apretar el botón de stop, por que la cinta se estaba deshaciendo, enredando dentro del reproductor, y si uno no la detenía a tiempo, los resultados eran desastrozos, la cinta se perdía para siempre.

Eso creo yo que era lo más dramático de los cassettes, cuando uno escuchaba esos extraños sonidos satánicos provenientes de la cinta, era el fin, aunque uno pudiera detenerlo a tiempo, aunque uno pudiera desenredarla de entre las entrañas del reproductor, muchas veces la cinta jamás volvía a sonar igual. Cuántas horas invertí con un lápiz dándo vuelta a los carretes para volver a enrollar la cinta dentro del cassette.

Mucha música muy buena se perdió en esos cassettes, por eso los odiaba, y casi nunca compraba cassettes grabados, sin embargo, mi recuerdo más traumático fue cuando una vez me ocurrió esa tragedia con un cassette de mi papá, por andar de tentón, me puse a escuchar uno de sus cassettes y el condenado reproductor me traicionó, y justo esa vez, que a mí se me ocurrió tocar la cinta, justo fue el momento que escogió para "comerse" al cassette.

Nooooooo!!!! grité, cuando pude detener la reproducción apretar el botón de eject y darme cuenta que la cinta estaba totalmente enredada dentro del reproductor. Fue una pesadilla tratar de rescatarla, en mi desesperación de ser descubierto no tuve más remedio de arrancar la cinta, cortarla y que fuera el problema de alguien más, yo simplemente regresaría el cassette roto a su caja y me haría el desentendido. Lo triste del caso es que era el cassette favorito de mi papá, así que la culpa era mayor. Desde entonces surgió el trauma y odio por los cassettes grabados. Esa noche en que murió ese cassette, sabía que nunca más volvería a escuchar esa extraña canción que le gustaba a mi papá.

Sin embargo, como dicen, nunca digas nunca, la vida siempre da una segunda oportunidad, y hoy, gracias a la tecnología, es tan fácil encontrar la música, sin necesidad de pasar horas esperando a que en la radio programaran la canción que a uno le gusta. Tan solo se está a un googleo de distancia de cualquier canción. Y la canción que creí jamás volvería a escuchar, varios años después, la he vuelto a escuchar, y me trajo gratos recuerdos, especialmente en una noche lluviosa.


Así, es, antes de fundar la Real Sociedad de Metaleros Unidos, esta era la música que a veces escuchaba en una tarde lluviosa. Si hubiera conocido entonces a la hermosa Araceli, sin duda, esta canción tendría un sentido todavía más especial.

Cuantas cosas, cuanta música he escuchado a través de un cassette, miles de kilómetros de cinta sin duda han pasado en el soundtrack de mi vida.

Todo gracias a ese gran invento que dio paso al CD y a lo que ahora conocemos como el famoso MP3, que será dentro de 20 años? lo único que yo creo y espero es que seguiré siendo metalero. O tal vez recuerde desde algún manicomio, toda esa música que solía dedicarle a la hermosa Araceli en un blog, contando las arañas mientras se arrastran dentro de mí...


Claro que en los años fresas, los 80's, 90´s el cassette tuvo su mayor auge, recuerdo que todo mundo le gustaba hacer sus propios cassettes y tenía su colección para cada ocasión, lo más gracioso de todo eran los títulos que les ponían a los cassettes.

Títulos como "grandes éxitos del 86", "mix para la fiesta", "grandes baladas en inglés" uuuy tantas cosas que todo mundo hacía con los cassettes, muy fresa todo el asunto, aunque por supuesto, yo era más del lado metalero, digamos que me desarrollé en un ambiente clásico fresa, y siempre quise hacer un cassette de mezclas, especialmente todo mundo hacía mezclas para dedicar a alguien. Pero desgraciadamente el metal no era bueno para mezclar y mucho menos para dedicar, así que siempre me quedó ese gran deseo de hacer una mezcla y poder dedicarla a alguien, me dije, creo que nunca podré hacer una mezcla para alguien especial. Pero como dije, nunca hay que decir nunca, y si alguna vez creí que nunca conocería a una chica mágica, especial, hermosa a la cual dedicarle un cassette, estaba muy equivocado.

Por supuesto, no es un cassette fresa ochentero como se acostumbraban en aquellos tiempos, pero sin duda, le pondré un título chistoso como se acostumbraba, le llamaré, al más puro estilo ochentero, los años del cassette, le llamaré "mix de exitos en banda para que Araceli sonría" obviamente, para la chica más hermosa de todas, lástima que no le guste mucho el metal, pero espero este cassette si sea de su agrado, llegará el día en que le dedique un i-pod de 80 gigas completito.


Ah como me gustaría tener su voz en cassette, su sonrisa, sus pláticas, su belleza, su alegría y estarlos reproduciendo una y otra vez...

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