No es divertido

"no es divertido cuando no puedes encontrar tu lengua..."

Bueno, así dice la canción, que no es divertido cuando intentas hablar y tu lengua no responde, y así me pasa no diría que solo a veces, no, me pasa todo el tiempo que intento hablar con esa hermosa chica, no solo no encuentro mi lengua, sino ni siquiera encuentro el cerebro.

Y no es que uno sea tonto y no sepa uno hablar, son esas famosas mariposas en el estómago que por más que los científicos me aseguraron que no duraban más allá de 18 meses y nada que se van, los años pasan y me sigue emocionando tanto esa linda chica que hace que se me lengüe la traba, que diga, se me trabe la lengua. Y no, definitivamente no es gracioso.

No es gracioso ponerse a hablar como cantinflas, cantinflear en presencia de una hermosa mujer, es la experiencia más absurda y surrealista que un hombre puede enfrentar, cuando las dichosas mariposas en el estómago sueltan su veneno en el torrente sanguíneo afectando el sistema nervioso principal, porque no solo es perder la lengua, no encontrar el cerebro, se siente una parálisis muscular, de ideas que resulta indescriptible.

No es gracioso tener tantas cosas que decir y no poder decir nada interesante.

Siempre me he sentido hasta eso, orgulloso de mi inteligencia, siempre me he considerado con una de las mentes más privilegiadas de este mundo, ah, pero si se trata de platicar con Araceli resulta todo lo contrario.

Tal pareciera que mi historia es una típica historia para hacer una película romántica, de esas comedias románticas que nunca faltan en una tarde de domingo. Pero la verdad es que no es nada gracioso intentar hablarle a la hermosa Araceli y no saber ni que decir.

Mi historia más bien parece salida de un capítulo de esa famosa serie televisiva The Big Bang Theory, el otro día al estar viendo un capítulo no supe si reir o ponerme a llorar.

Uno de los protagonistas, que es todo un geniecillo se emociona por que se va a encontrar con una famosa científica que es muy guapa, y cuando se encuentra con ella, no puede ni decir "hola", tan solo balbucea un intento de saludo, pero lo que más risa me dio es que todavía intenta justificarse diciéndole a la chica en cuestión, "pero si soy inteligente eh?".

Carambas, a veces cuando me atarugo ante Araceli quisiera decirle, oye, "pero si soy inteligente eh?, que no te das cuenta que eres tu y todo lo que significas lo que se lleva mis palabras y mis pensamientos?"

Pero no, al momento de intentar platicar con ella solo puedo decir, "hola como estás?". No puede ser, tanto preparar una plática especial, tanto intentar platicarle de cosas interesantes y agradables, pasarse la mañana entera diciendome, ahora que pueda le platico de la teoría de la relatividad, le platico los principios de la ingeniería avanzada para la construcción de puentes colgantes y de tantos temas interesantes que se que son de su agrado, pero nada, puras boberas que platico, que viéndolo fríamente hay veces que es mejor guardar silencio, pero ni eso atino a hacer. Y mientras más hablo, más me hundo en una maraña de ideas sin sentido.

Y es ahí cuando viene lo más cómico del asunto, bueno, sería cómico si tan solo se tratara de un capítulo de alguna serie de televisión o de alguna comedia romántica, pero en la vida real es todo un drama cuando se da uno cuenta que la conversación nació muerta, cuando se da uno cuenta que uno no va a pasar de un hola como estás?, el drama empieza cuando uno se da cuenta que la conversación va en picada, cuando las palabras, la inteligencia se han escapado y queda uno solo, como un bobo sin nada que decir, y con la angustia de pensar, se va a aburrir, me va a cortar la plática en cualquier momento, si no digo nada inteligente se va a ir y tal vez, nunca más tenga la oportunidad de volver a charlar con ella. Y como me angusita esa idea, a veces pasa, y es cuando más mal me veo, por que me pongo a hablar de quien sabe que tantas cosas, hasta pareciera que me pongo a hablarle en alemán:

Hablo y hablo al más puro estilo cantinflas y después de tanto hablar, de caer en un soliloquio, obvio, se aburre y se pone a hacer otras cosas mientras yo estoy hable y hable y hable sin decir nada en concreto.

Lo más horrible viene después, cuando se va, y es cuando entonces, sí el cerebro parece que se asoma y pregunta: "ya se fue?" y entonces sí, regresa con todo su potencial y su inteligencia con un I.Q de 97.

Y es cuando digo, ah que tonto me ví, que pena, debí haberle dicho tal o cual cosa, debí haberle contado un chiste, dicen que un poco de humor a toda chica linda no le desagrada, pero no, ni eso, ni siquiera la situación es graciosa como en esa serie de tv, mi forma de atarugarme resulta exasperante.

Y me molesto conmigo mismo, si alguien pudiera leer las bobadas que le platico, son mucho peor de que las cosas que escribo en este blog, sin duda se reiría de mí, hasta eso, ella es muy respetuosa y no se ríe, simplemente se pone a ver a la ventana, a revisar papeles o se pone a arreglar su escritorio mientras yo estoy hable y hable y hable al más puro estilo cantinflas.

Pero la verdad es que no tengo remedio, creo que no soy muy bueno para conversar, por más que yo quisiera hablarle y hablarle y hablarle como todo un erudito, nada más hablo y hablo, como el famoso "bocón" de la serie Cascarrabias, un personaje que hablaba y hablaba por que de chiquito lo vacunaron con una aguja de tornamesa.

Pero lo cierto es que a mí, más que hablar me gusta mucho más aprender, absorber cuanto conocimiento emana de esa linda chica, no sé, es muy especial atender, escuchar cada una de sus palabras, ahí si, podría pasarme un día entero escuchándola, atendiéndola sin siquiera hacer una pausa para ir a comer. Pero si se trata de hablar, soy una nulidad total, creo que ni el mismo Hitch (especialista en seucción) podría ayudarme en este caso, creo que soy un caso perdido.

Y no, no es divertido, quedarse con las ganas de platicar algo interesante, con el deseo de decir, no te vayas, cuéntame más, quédate un rato más, no es divertido quedar como un bobo, digo, sigo pensando que algún día me reiré de lo bobo que he sido, y Araceli me dirá, te acuerdas como eras de bobo cuando me hablabas? te acuerdas como te trababas y no sabías que decir? jeje, espero algún día poder superar esas mariposas en el estómago.

Y eso es lo que más intriga de la vida misma, no sé de que fue lo que hable por primera vez con ella, por que no desde ese primer momento no se aburrió con mi plática, si esa vez, cuando la conocí por primera vez me hubira comportado como ahora, sin duda, toda esta historia de casi 7 años ya, no existiría, no estaría en un viernes por la noche pensando en sus ojos, en su cabello, en su rostro, no estaría contemplando la luna llena y pensando en cada palabra, en el tono de su voz. Si esa primera vez que la conocí hubiera salido con mis boberas ahora quien sabe que estaría haciendo en estos momentos, que estaría pensando, ni siquiera existiría este blog dedicado a su belleza. No hubiera aprendido nada de como es una hermosa mujer, no hubiera aprendido de futbol, no hubiera aprendido nada de salsa, de música de banda, es más, ni siquiera sabría lo que una imágen super tierna es.

Y sin embargo, las cosas ocurrieron y aquí estoy, molesto por que no puedo platicar con ella, por que no me salen las palabras, molesto con esas mariposas en el estómago que se llevan mi mente quien sabe a donde, y sin embargo, pese a todo,  tiene algo especial ese sentimiento, esa emoción de las famosas mariposas estomacales, por que uno viaja, descubre nuevos mundos bajo el efecto de dichas mariposas.

Tal vez el amor, el cariño, no es como lo pintan, yo siempre he soñado con compartir una agradable charla en un parque, en un lago, muy original mi idea lo sé, pero no sé, tener esa aventura emocional, conocer de una linda chica, compartir mis ideas, mis pensamientos con ella y ser escuchado, atendido, y compartir, compenetrarse en una verdadera aventura intelectual, pero las cosas no son como las pintan, quizá mi idea del amor, del enamoramiento es errónea y las cosas, el mundo no funciona así, debo entender que la gente no tiene obligación ni necesidad de escuchar lo que tengo que decir, a veces la gente tiene cosas más importantes que hacer y no siempre pueden atendernos, escucharnos como quisieramos.

Pero me gusta pensar que sí, me gustan todas esas ideas románticas para compartir con una linda chica. El otro día precisamente ví una película que me dejó pensando, así me gustaría hacer.

Un señor va caminando por el centro y en una tienda ve una simpática jirafa de peluche, e inmediatamente se le viene a la mente una chica a la que quiere mucho, y decide comprar la jirafa, y es toda una aventura que anda por toda la ciudad con su jirafa, en el camión, entra a un bar con ella, se sienta en un parque con su jirafa, y no le importa que todo mundo se le queda viendo, el solo piensa en regalarle esa jirafa a la chica y nada más. La escena era chistosa por que era una jirafa un poco grande, se veía chistoso el señor caminando por todos lados con una jirafa de peluche.

Y pensé, así me gustaría, un día ir caminando ver un simpático peluche y regalarselo, pero hasta para eso soy malo con los peluches, creo yo que si entrara a una tienda de regalos, escogería el peluche más extraño de toda la tienda, soy malo para eso de los regalos creo. De hecho, el otro día me pasó algo extraño, iba caminando por ahí, y me encontré con un peluche e inmediatamente me acordé de la hermosa Araceli, lo más extraño del caso es que no sé por que extraña razón, una fuerza interna me obligó a comprar ese peluche, por supuesto, también anduve por todos lados con el peluche, y por supuesto, a dar explicaciones de que andaba haciendo con el peluche, a la fecha, dicho peluche sigue esperando poder ser entregado a su respectiva dueña, pero repito, también creo que soy malo para los peluches, he aquí la prueba.

Jeje, me da risa, pero creo que sí, está feo verdad? en fin, no es divertido ni siquiera saber que peluche regalar, pero pues así son las cosas, tal vez, en realidad la vida es muy simple y uno es quien se la complica, quizá debería seguir los sabios consejos y no intentarlo, no forzarlo tanto.