jueves, 28 de junio de 2012

Caviar and Meths (Doritos y Araceli)


Cuentan los aristócratas, la gente de la alta sociedad que el mayor de los deleites para el paladar es el caviar, y para la mente, las metanfetaminas resultan un auténtico viaje al paraíso.

Lamentablemente, resulta que no tengo esos gustos de rico, el caviar me parece de un sabor repugnante, desagradable, amargo, y las metanfetaminas, no necesito ni probarla, encuentro mayores y mejores sensaciones con solo mirar la belleza de Araceli, compartir una charla, un conocimiento, una idea, Araceli es para mí ese viaje al paraíso mismo.

Claro que muchas veces me pongo a idear lo que será un futuro millonario, vivir ese sueño de ser multimillonario, autos deportivos de lujo, viajes al rededor del mundo, una mansión con alberca techada y cine en casa, no sé, son tantas cosas que el dinero puede ofrecer, que uno, bien puede pasarse horas pensando en que hacer con el dinero, de hecho, el otro día me sorprendí a mí mismo preguntando en una famosa tienda de prestigio por una pluma fuente. Una pluma fuente que tenía un costo de 14 mil pesos m.n.

Quizá ya estoy dando el viejazo, por que antes era felíz con un plumón punta de nylon, o un lápiz HB, y sin embargo llamó mucho mi atención esa pluma montblanc con punta de oro. Me quedé pensando, como será sentarse en una noche lluviosa a escribir con una pluma fuente así, el nombre de Araceli una y otra vez, tal vez escribirle una bonita carta, o algún poema, o quizá una canción. Ah por que no era cualquier pluma, era una pluma MontBlanc, John Lennon, edición especial, supongo yo, que con esa pluma uno podría ser capaz de escribir la más bonita canción para tan hermosa mujer.


Realmente, son tantas cosas que el dinero puede dar, tantas cosas que cualquier ser humano anhela, entre los 3 deseos que cualquiera pediría al genio de la botella uno sería sin duda "ser inmensamente rico".

Bien lo dijo el sabio filósofo Lou Reed, "los hombres ricos, a menudo desean poder morirse, mientras que los de origen humilde, quieren lo que ellos tienen, y morirían por obtenerlo..."

Pero bueno, no me puedo quejar, soy un hombre muy afortunado, millonario, mi gran fortuna, mi gran tesoro es poder conocer a una mujer tan especial como Araceli, día tras día, aprender de ella, descubrir otras perspectivas otras maneras de entender el mundo, la música, otras formas de sentir alegría, cariño. Soy muy afortunado de poder escribir en este blog cuanto la admiro, cuanto la quiero; en sus ojos encuentro y admiro los diamantes más puros y brillantes, en su sonrisa las perlas más finas y en su corazón el oro más valioso del mundo.

Soy millonario, obtengo lo que muy pocos obtienen, inspiración de su belleza, alegría por saludarla, por soñarla, la fortuna invaluable de poder conocerla, saber que existe, puede uno pasar la vida trabajando, buscando la olla de oro al final del arcoíris, y a veces, el verdadero placer, la verdadera riqueza se encuentra en la sonrisa de una mujer, en sus sueños y alegrías.
Y aún así, "millonario" como soy,  no he desarrollado ese "fino" gusto por el caviar y las metanfetaminas. Para mí, es un placer sentarme a degustar una bolsa de Doritos y platicar con Araceli, toda una experiencia extra sensorial, los Doritos y Araceli, son mi caviar y anfetaminas...







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