Es hora de empezar a despedirnos, los abrazos del adiós, reflexionar, ya no tiene mucho caso, ha llegado el día Omega Cero y lo que se logró en esta vida, ha llegado a su final y a prepararse para el fin del mundo.
Esoy listo para partir? pensé que lo estaba, sin duda, hay gente buena que me espera del otro lado, gente a la que he querido y sin duda, será un gusto volver a ver, pero no sé, siempre quiere uno un día más, un día más para decir "te quiero" un día más para soñar, siempre al final, faltó algo por hacer, algo por soñar, y es cuando uno se pone a pensar, a rogar por "un día más..."
Por años, quizá durante toda la vida cualquiera se pregunta, que haría si fuera el último día de mi vida? que me gustaría hacer? con quien me gustaría pasarlo, y por supuesto, la famosa lista de cosas por cumplir.
Pero hoy, que finalmente ha llegado el fin del mundo, pues que caso tiene, pensar en lo que no pudo ser, en las cosas incompletas, simplemente sentarse en una cómoda silla y hacer lo que más me gusta, pensar en la belleza de una hermosa mujer y esperar, esperar el gran momento final. Cúanta gente ha pasado por este mundo, y de tantos millones, me tenía que tocar a mí, que remedio, así que no hay más que sentarse a gozar de los últimos momentos y partir, pensando en ese ser excepcional, el más bello que ha pasado por este mundo y soñar con su linda sonrisa y trascender hacia el otro lado con ese último recuerdo de este mundo.
Ya me está dando miedo, pero no sé por que? no acaso siempre creí que la vida en este planeta no era más que una extraña ilusión?, no acaso siempre he pensado que el fin no es más que el principio de algo grandioso? Pero aún así, como que se siente un poco de nervios, el pensar, como será, como ocurrirán esos últimos segundos.
Y bueno, si mañana resulta que fuimos salvados en el último segundo, una vez más, pues entonces sí, a volver a despertarse y seguir soñando, seguir vibrando, y a seguir esperando las mejores cosas de la vida por venir.
Y si mañana todo sigue igual, no olvidar esta segunda oportunidad para hacer las cosas como debe ser, y prometo, ahora sí, no guardarme ningún "hola", ningún "te quiero" ningún abrazo, y mucho menos, ninguna canción para dedicar a esa linda chica de nombre Araceli.
Que sea un felíz fin del mundo... y si no se acaba, pues a despertar y ponerse a soñar...
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